Historia
Un poco de historia
La Facultad Regional Avellaneda se creó el 31 de marzo de 1955 por Resolución 382/55 de la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional, dependiendo de la Universidad Obrera Nacional. La creación de esta Facultad se enmarcó en uno de los objetivos del II Plan Quinquenal del gobierno de Juan Domingo Perón, que preveía la “implantación de institutos como el mencionado con el objeto de dotar a sus egresados de aquellos conocimientos superiores que lo capaciten para la conducción y dirección de la actividad correspondiente en el concierto de la vida económica nacional”.
Pero para situar su origen es necesario remontarnos unos años atrás, ya que el 19 de agosto de 1948 se crea la Universidad Obrera Nacional a través de la sanción de la ley 13.329. Esta ley la designa como una Institución de Enseñanza Superior “…encaminada a brindar la solución que el país buscaba: nuevos profesionales en el campo de la ingeniería.”. Es un momento muy especial de nuestro país, momento de una industria floreciente, en expansión, donde el modelo de sustitución de importaciones estaba en su apogeo.
“La política del gobierno era muy clara: por un lado, crear condiciones de vida muy superiores a las de esos momentos, produciendo una verdadera revolución social, y por el otro proveer una mano de obra especializada que la incipiente industria nacional estaba requiriendo. Una clase de trabajadores capaces de profundizar el desarrollo del país, que estaba destinada a cubrir una demanda cada vez más importante.”
Esta nueva situación social “… indujo a un grupo de profesionales, docentes de la Escuela Industrial Otto Krause, a nuclearse para tratar de dar una solución, al más alto nivel posible”. De este modo, se procura: abrir una instancia superior a los alumnos egresados de las escuelas industriales o del último ciclo de los establecimientos dependientes de la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional, en las carreras de ingeniería y en sus diferentes especialidades y crear la posibilidad de acceso de una gran masa de estudiantes, integrantes en su mayoría de grupos de menores ingresos y de la clase media, a la vida universitaria.” Con la creación de la Universidad Obrera se concretaron esos objetivos.
Con la dictadura de 1955 esta Universidad nacida dentro de un claro proyecto político nacional, pasa a ser duramente cuestionada y queda a punto de desaparecer. Esta modificación abrupta de la política nacional genera un momento de crisis institucional en la Universidad Obrera Nacional y, por ende, en la recién creada Facultad Regional Avellaneda.
Frente a esta crisis la ley 14.855, sancionada el 14 de octubre de 1959, le proporciona un nuevo régimen jurídico autárquico como al resto de las Universidades Nacionales. Así deja de depender de la ex Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional y pasa a denominarse Universidad Tecnológica Nacional.
Las finalidades presentes y explícitas en la ley continúan con muchas de las ideas originales. “Las finalidades de la creación de la U.T.N. consisten en preparar profesionales en el ámbito de la tecnología para satisfacer las necesidades de la industria y promover y facilitar las investigaciones, estudios y experiencias necesarias para el mejoramiento y desarrollo de la industria y asesorar, dentro de la esfera de su competencia, a los poderes públicos y a las empresas privadas, al tiempo que establece vinculación estrecha con las demás universidades, con las instituciones técnicas y culturales nacionales y extranjeras y con las fuerzas económicas del país.”
Este cambio en la denominación y en la forma organizacional de la Universidad, no implicó la modificación de otras de sus características fundacionales, que todavía hoy siguen vigentes. Entre estas características esenciales está la de preservar el enfoque ” regional”.
“Esto significó un gran paso no sólo en lo que representa el federalismo como expresión nacional sino también porque permite profundizar y afianzar las radicaciones y economías regionales”. En la resolución de creación de la Facultad Regional Avellaneda, se destaca la necesidad de “poner al servicio del país, en los grandes centros industriales, los establecimientos indispensables para la capacitación superior de los obreros de la nueva Argentina”
Mientras las restantes Universidades Nacionales tienen sus Facultades, y sus Institutos, en lugares próximos, la Universidad Tecnológica Nacional presenta sus sedes en lugares geográficos distintos y dentro de un plan coordinado de integración de la cultura tecnológica superior en el orden nacional, pero respetando las características regionales.
Tomando algunas de las características académicas que le dieron origen aparece como fundante de esta Universidad el lugar privilegiado de la práctica (la vinculación teoría-práctica, con alta práctica laboral). Es de destacar cómo los cambios del contexto influyen sobre la forma de entender dicha vinculación. Hoy, no todos los alumnos trabajan en la especialidad, por lo cual el espacio de formación debe acercarles la práctica profesional, en una propuesta que contempla los avances de la tecnología y la vertiginosidad con que se suceden estos cambios.
Analizadas las características de la Universidad y delineadas en función de la Facultad Regional Avellaneda, podemos intentar un análisis específico sobre cuáles son los elementos que diferencian ésta de otras facultades regionales.
La ciudad de Avellaneda, fue elegida como sede de una de las primeras facultades de la UTN. Durante mucho tiempo fue la única institución nacional de nivel universitario en esta zona del Gran Buenos Aires. Situada en el corazón de la ciudad desde hace más de cincuenta años, cuenta hoy con dos edificios.
El edificio central frente a la plaza, compartido con otras instituciones educativas donde comenzaron sus cursos el 5 de mayo de 1955, representa el origen de la facultad conocida como “Universidad Obrera”.
Dado el crecimiento de la matrícula en poco tiempo, este edificio resultó escaso, por lo cual se construyó una nueva sede en un predio en Villa Dominico, situado en la intersección de las Avenidas Mitre y Ramón Franco, sobre terrenos cedidos a la Universidad para el funcionamiento de la Facultad.